V Festival Primaveras Musicales recorrió la Región de Coquimbo con estrenos de compositoras chilenas y presentaciones en espacios patrimoniales
- oscarhauyon

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Actualizado: hace 15 horas

La quinta edición del encuentro, organizado por Fundación Chile Violines, desarrolló entre octubre y noviembre de 2025 una itinerancia que incluyó elencos de cámara, estrenos de obras nacionales, intervenciones interdisciplinarias y conciertos en museos, iglesias, plazas y centros culturales de las tres provincias de la región. El festival contó con financiamiento del Fondo para el Fomento de la Música Nacional (Convocatoria 2025) y de la Línea de Fortalecimiento de Festivales, Ferias y Encuentros del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (2024).
El V Festival de Música de Cámara Primaveras Musicales se desarrolló durante cinco semanas con una programación que privilegió el cruce disciplinar, la circulación territorial y el estreno de obras encargadas a compositoras chilenas. La itinerancia abarcó presentaciones en Vicuña, La Serena, Coquimbo, Andacollo, Ovalle, Guayacán y Los Vilos, articulando formatos diversos que incluyeron un cuarteto de cuerdas, un ensamble barroco, un cuarteto de maderas y un dúo de guitarras. Esta diversidad permitió ampliar el alcance musical del ciclo y propiciar encuentros entre repertorios históricos y creación contemporánea. Las obras comisionadas, concebidas en diálogo con el imaginario mistraliano en el año que conmemora los 80 años del Premio Nobel de Gabriela Mistral, reforzaron la dimensión curatorial del festival, orientada a instalar nuevas lecturas sobre la escritura musical y su vínculo con la memoria cultural del territorio.
El viernes 17 de octubre comenzó la itinerancia del festival en el Museo Gabriela Mistral de Vicuña, donde el Cuarteto Boros presentó un programa que combinó repertorio clásico —obras de Antonín Dvořák y Engelbert Humperdinck— con composiciones de sus integrantes, Lucas Rodríguez (“El Valle de la Última Luz”) y Lorenzo Cabello (“En el Socavón del Cerro de Peralillo”), además del estreno de “Todo es Ronda”, obra comisionada a Millaray Parra e inspirada en los versos del poemario “Ternura” de Gabriela Mistral. La presentación integró la propuesta escénica de la Escuela de Danza Fusión, seleccionada mediante una convocatoria abierta, cuya lectura coreográfica aportó un componente visual significativo al diálogo mistraliano de la obra.
El sábado 18 de octubre, la segunda jornada del festival se desarrolló en un repleto Centro Cultural Santa Inés de La Serena. La fecha incorporó, además del concierto del Cuarteto Boros y la Escuela de Danza Fusión, una feria multicultural convocada por Fundación Chile Violines en la explanada de acceso. En ella participaron proyectos de diseño, ilustración, artesanía, memoria y oficios tradicionales, que dialogaron con nuevas propuestas surgidas desde la urbanidad regional. La inclusión de estas iniciativas permitió que la jornada articulara música de cámara, artes escénicas y trabajo creativo de base comunitaria, trazando vínculos entre cultura, patrimonio, emprendimiento local y circuitos de turismo cultural en la ciudad.
La segunda semana se desarrolló en Coquimbo, con la participación del Cuarteto Chiloé, ensamble proveniente del sur del país con un lenguaje particular a partir de las sonoridades de su territorio y que recientemente publicó su primer registro discográfico “Insular”. El viernes 24 de octubre, el elenco ofreció un concierto en la Cruz del Tercer Milenio, ante un público compuesto mayoritariamente por estudiantes de establecimientos del SLEP Puerto Cordillera, entidad que colaboró en la convocatoria junto al Departamento de Cultura de la Municipalidad de Coquimbo.
El sábado 25, la itinerancia continuó en la Capilla Nuestra Señora del Pilar de La Herradura, con un público principalmente familiar, en una fecha que permitió presentar un programa centrado en obras de creadoras y creadores chilenos, entre ellas María Carolina López con su obra comisionada “Gabriela”. La presencia del cuarteto generó especial interés por la manera en que su propuesta articula repertorios contemporáneos con claves tímbricas vinculadas al paisaje sonoro del sur de Chile, elemento que sumó una textura distintiva al desarrollo del festival.
La tercera semana incluyó dos presentaciones del Ensamble Villanueva, elenco serenense de alto prestigio regional, cuya principal característica reside en el estudio, la investigación y el rescate de repertorios y sonidos del periodo colonial. El miércoles 29 de octubre el Ensamble actuó en el Templo Parroquial de Andacollo, con el estreno de “Emigración de Pájaros” de la compositora Camila Leal. En el mismo lugar se inauguró como parte de esta experiencia artística, la muestra fotográfica “Hermandad y devoción: La Fiesta de Andacollo bajo la mirada de Ricardo General Núñez”, con imágenes de gran emotividad. El programa musical se repitió el jueves 30 en el Museo Histórico Regional Presidente Gabriel González Videla de La Serena, en un formato adaptado a la acústica del recinto, que nuevamente completó espacios en sus asientos con un público ampliamente receptivo.
La cuarta semana llevó al Cuarteto Malvilla, ensamble de maderas de la ciudad de Copiapó, al frontis del Museo del Limarí de Ovalle el sábado 8 de noviembre, con la obra “La Flor del Aire”, comisionada a la compositora Javiera Campos.
El domingo 9, el cuarteto se presentó en la Iglesia de Guayacán, Monumento Histórico Nacional, en una jornada que incorporó la participación de la Agrupación de Intervenciones Textiles Urbanas Las Cuentapuntos. Inspiradas en la flora endémica del desierto florido, de donde proviene la flor de la malvilla que da nombre del ensamble, las creadoras realizaron una acción textil en el espacio, generando un diálogo entre las sonoridades del conjunto y las memorias materiales del templo, en un cruce que permitió situar la experiencia musical dentro de un territorio marcado por oficios, capas históricas y prácticas artísticas contemporáneas.
La quinta semana cerró el festival con la presencia de Guitarras del Sur, dúo integrado por Horacio Salinas y Romilio Orellana, dos referentes de las seis cuerdas en lo docto, lo popular y lo folklórico. El jueves 13 de noviembre, en el Bodegón Cultural de Los Vilos, la audiencia sostuvo una escucha concentrada que derivó en una emotividad visible, con silencios prolongados y aplausos que rebasaron la conclusión de cada obra. El viernes 14, más de un centenar de personas se reunió en el patio de la Casa de las Palmeras de La Serena, donde la jornada abrió con una interpretación de Orellana y el académico Héctor Contreras de “Viento Norte”, de Katherine Bachmann, obra comisionada para esta edición del festival e inspirada en el imaginario mistraliano.
Luego vino el concierto del dúo, que alternó repertorios latinoamericanos con breves relatos sobre el origen de las piezas, configurando un cierre que amplificó la intensidad ya presente en Los Vilos y que reafirmó la vocación del festival por sostener encuentros entre creación musical, espacios patrimoniales y comunidades diversas del territorio.
El balance general del festival fue destacado por su equipo de producción. Para Carolina Ramírez Campos, directora ejecutiva de Fundación Chile Violines, esta edición “permitió articular lenguajes distintos y abrir espacio a nuevas voces, especialmente a través de las obras comisionadas, que amplían el repertorio de cámara desde perspectivas contemporáneas vinculadas al territorio y al imaginario mistraliano”.
Desde la coordinación operativa, Pablo Ferrera Mena, jefe de proyectos, valoró la consolidación progresiva del público que asiste a las actividades de la fundación: “En cada fecha estamos viendo una asistencia sostenida, creciente y más diversa. Esa tendencia se respalda en las encuestas y registros que realizamos en terreno, y nos permite entender con mayor precisión quiénes son nuestras audiencias y cómo se vinculan con las propuestas que llevamos a distintas localidades”.
Ambas miradas sintetizan el alcance que tuvo esta quinta versión de Primaveras Musicales, que combinó circulación territorial, creación contemporánea y participación comunitaria en un itinerario que abarcó buena parte de las ciudades y espacios patrimoniales de la región.






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